Observaciones hechas por el Caballero Supremo, Carl A. Anderson, para la Marcha por la Vida

Gracias, Nellie, por tu incansable energía y devoción a la causa pro-vida. Nos conocimos por primera vez hace 30 años en la Marcha por la Vida y estoy orgulloso de que miles de Caballeros de Colón han ofrecido su ayuda para realizar esta marcha a través de los años. Hemos seguido tu ejemplo. Hemos ayudado a organizar Marchas por la Vida a través de Norteamérica—hace tres días fue la Marcha por la Vida de la Costa del Oeste en San Francisco, en el otoño ultimo en la Ciudad de México, y en la capital Canadiense, Ottawa, cada mes de mayo. Estamos reunidos hoy aquí al comienzo de otro año de elecciones, un año en que casi todos los candidatos prometen “cambio.” Pero nosotros hemos estado viniendo a Washington durante los últimos 35 años pidiendo cambio, pidiendo que se cambie Roe en contra de Wade. Treinta y cinco años atrás, la Corte Suprema impuso un cambio en nuestra nación que está en desacuerdo con nuestra historia, nuestra Constitución y nuestra humanidad. Es hora de que se cambie Roe en contra de Wade. El aborto es malo porque el aborto hiere a todas las personas Le quita la vida a un niño no-nacido inocente. Convierte en víctimas a la madre y al padre. Compromete a los doctores y a las enfermeras. Menoscaba el respeto por los jueces. Implica a los contribuyentes porque son ellos los que pagan por el aborto. Endurece a la sociedad que lo tolera. Ninguna mujer debe sentir que tiene que tener un aborto. Podemos encontrar una manera mejor de solucionar las cosas. Podemos construir una sociedad en la cuál cada mujer e hijo pueden contar con el apoyo y cuidado que merecen. Podemos construir una cultura de la vida, dándoles esperanza a todas las mujeres y a todos los niños. Hoy, veo miles de voluntarios listos para hacer de esta esperanza una realidad y sé que hay millones más de ellos. Juntos podemos hacer estos cambios. Juntos podemos construir una cultura de la vida en nuestros corazones, en nuestros hogares y en nuestras leyes.