Condolencias del Arzobispado de México por la muerte del Emmo. Sr. Cardenal Don Adolfo Suárez Rivera

México D. F. a 22 de marzo de 2008 COMUNICADO DE PRENSA Condolencias del Arzobispado de México por la muerte del Emmo. Sr. Cardenal Don Adolfo Suárez Rivera El cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo de México y la Arquidiócesis Primada de México, se unen al dolor del Arzobispado de Monterrey, N. L., por el fallecimiento del Arzobispo Emérito de esa Arquidiócesis, Eminentísimo Sr. cardenal Don Adolfo Suárez Rivera, quien tuvo su Pascua en el Señor, este Sábado Santo, cuando la Iglesia conmemora en el silencio solemne el descenso de Cristo para rescatar a la humanidad con su santa Resurrección. El cardenal Norberto Rivera expresa su profundo pesar por la muerte de su hermano en el Colegio Cardenalicio y recuerda con gratitud el haber sido uno de los obispos consagrantes cuando él fue designado como Obispo de Tehuacan, Puebla. Adolfo Antonio Suárez Rivera nació el 9 de enero de 1927 en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde comenzó a estudiar en el Seminario Conciliar de la entidad, para luego profundizar en el conocimiento en el Seminario Arquidiocesano de Xalapa, Veracruz; en el Pontificio Seminario, Moctezuma, en Nuevo México, Estados Unidos; en la Pontificia Universidad Gregoriana, en Roma y el Instituto Catequético Latinoamericano, de Santiago de Chile, Chile. Tuvo una sólida preparación académica. Fue ordenado sacerdote el 8 de marzo de 1952, en Roma, donde continuó con sus estudios. Regreso a Chiapas, donde se desempeñó como director espiritual y miembro de la facultad, seminario diocesano, oficial mayor y secretario de la curia episcopal; también fue asesor diocesano del Movimiento Familiar Cristiano y de la Juventud de la Acción Católica; director de la oficina diocesana de catequesis; trabajo pastoral; y Vicario General. El papa Paulo VI lo designó como obispo de Tepic, Nayarit, el 4 de mayo de 1971. Asistió a la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, CELAM, en Puebla, del 27 de enero al 13 de febrero de 1979, acto que fue inaugurado por el papa Juan Pablo II. El 8 de mayo de 1980, fue trasladado al Arzobispado de Tlalnepantla, Estado de México. Asistió a la VI Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano, del 29 de septiembre al 28 de octubre de 1983, y fue promovido a la sede metropolitana de Monterrey, el 8 de noviembre de 1983. Asistió a la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, CELAM, en Santo Domingo, República Dominicana, del 12 al 28 de octubre de 1992. Luego, fue designado como administrador apostólico, sede vacante, de Ciudad Victoria, el 3 de noviembre de 1994. Juan Pablo II lo creó Cardenal presbítero el 26 de noviembre de 1994 y recibió el título de Nostra Signora di Guadalupe a Monte Mario, el 26 de noviembre de 1994. Renunció al gobierno pastoral de la diócesis el 25 de enero de 2003. No participó en el cónclave del 18 y 19 de abril de 2005 por motivos de salud. En la Curia Romana fue miembro de la Congregación para el Clero. En fechas recientes, el cardenal Adolfo Suárez, Arzobispo Emérito de Monterrey, celebró una misa en la Basílica de Guadalupe de esa ciudad con motivo de sus 81 años de vida. Estuvo acompañado por el Cardenal D. José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Monterrey y recién designado cardenal por el Papa Benedicto XVI, además del Obispo Justo Mullor, ex-Nuncio Apostólico en México y gran amigo de Mons. Adolfo Suárez. Fue el principal artífice de las reformas constitucionales de la libertad religiosa en México aprobadas en 1992. Descanse en paz.