Conferencia 2 EMF: Dr. Antúnez.

Landy Millán Pliego Sistema Informativo Arquidiócesis de México Resulta claro que los pilares que fundamentaban en tiempos pasados la moral y los valores, se han derrumbado ante nuestros ojos, aseguró el Dr. Jaime Antúnez Aldunate durante su ponencia: "¿Qué cosa es el valor", en el marco del VI Encuentro Mundial de las Familias, que se celebra en la ciudad de México. El especialista chileno en historia y antropología explicó que antiguamente los valores estaban fundamentados en dos aspectos, el religioso -según el cual Dios manifestaba su voluntad a través de su ley-, y el metafísico -que evocaba la naturaleza humana; sin embargo –estos dos pilares se han caído por lo que "en materia de fe y de costumbres, habríamos abandonado la Era de la verdad y la certeza para entrar en la Era de las convicciones, que en muchos casos se confunden con simples convenciones". Parafraseando al sociólogo británico Alasdair MacIntyre, Antúnez afirmó que en el mundo actual, el lenguaje de la moral está en un estado grave de desorden, en el que se ha perdido la comprensión, tanto teórica como práctica de la misma. Recordó que la secularización, en su estado actual, exige una separación radical de toda expresión religiosa o metafísica. "Nos encontramos hoy, principalmente en los medios de comunicación, con una retahíla de intercambios y discusiones que dan lugar a lo que algunos llaman la 'cuestión valórica'". No obstante –consideró– un valor para ser reconocido como bien necesita ser experimentado: "Virtudes o valores, unos y otros lo son en cuanto realidades vividas y no en cuanto meras opiniones, pues si no son capaces de cultivar a la persona, en el sentido de germinar en ellas un cultivo de su ser, estamos en el plano de simples justificaciones. Antúnez Aldunate aseguró que los valores no se pueden vivir pues les hemos cambiado el sentido y sólo el súper hombre podrá sobrevivir a esta situación, donde lo que era importante, ahora ya no lo es y lo que no lo era, ha cobrado importancia. "El resultado de esto es una vida dionisiaca donde lo único que importa es disfrutar del fruto, pero se olvidan que el fruto es creado por Dios". Puntualizó también que en esta época, el hombre se encuentra solo, "pues vivimos en un mundo tecnológico impersonal donde es muy fácil caer en los contravalores". En materia de familia, Antúnez dejó en claro que "la familia es la escuela del más rico humanismo… y un valor fundado en una experiencia de bien común que sólo sobrevive en comunión y no es susceptible de fragmentación, ya que si se le fragmenta se acaba ese bien.