La Iglesia necesita obispos santos y creíbles Cardenal Bertone

Cardenal Bertone: La Iglesia necesita obispos santos y creíbles Consignas a los obispos ordenados en los últimos doce meses CIUDAD DEL VATICANO, martes, 15 septiembre 2009 (ZENIT.org).- La Iglesia necesita hoy obispos santos y creíbles, ha explicado el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, al celebrar la eucaristía con los obispos ordenados en los últimos doce meses este martes. De este modo, el purpurado italiano inauguró el congreso-peregrinación promovido, como todos los años, por la Congregación para los Obispos en el Ateneo Pontificio "Regina Apostolorum" de Roma. El cardenal dejó a los obispos que ahora comienzan su ministerio este programa de vida: "el pueblo cristiano necesita ver testigos creíbles y ser guiado por pastores santos", que contagien "con el amor de Dios a todos los que han sido encomendados a su responsabilidad". El secretario de Estado, en la homilía, recogida por "L'Osservatore Romano", transmitió a los obispos presentes "el saludo y el aliento de Benedicto XVI". Después recordó algunos de los pasajes de la homilía que el mismo Papa pronunció al ordenar este sábado a cinco obispos, en la que destacó como virtudes propias la fidelidad, la prudencia y la bondad (Cf. ZENIT, 14 de septiembre de 2009). Por lo que se refiere a la fidelidad, en particular, señaló que "la Iglesia no es nuestra, sino su Iglesia, la Iglesia de Dios". Esto significa, por tanto, no buscar el propio poder o prestigio, como cuando se trabaja para uno mismo y no para la comunidad. Al hablar de la prudencia, recordó que el Papa aclaró que ésta no significa astucia, sino compromiso con la verdad, "que gracias a la prudencia se convierte en el criterio de nuestra acción". Comentando la virtud de la bondad confirmó que significa "cultivar una orientación profunda hacia Dios, el único que es bueno, es más, el Bien por excelencia". El cardenal deseó a los nuevos obispos que sean "santos como fue santo el cura de Ars, es decir, viviendo vuestro ministerio según el corazón de Cristo y el corazón maternal de María".