Seminaristas Indígenas

Seminaristas indígenas VER Hemos realizado el XIII Encuentro Nacional de Seminaristas Indígenas, en el Seminario de Misiones Extranjeras del D. F., con la participación de candidatos al sacerdocio de las etnias maya, náhuatl, tének, otomí, huichol, mazahua, zoque, mazateca, mixe, triqui, chinanteca, rarámuri, tlapaneca, ch’ol, tsotsil y mixteca. El encuentro fue promovido por la Dimensión de Pastoral Indígena, de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la CEM. El tema fue: La identidad del sacerdote indígena y su formación desde el Seminario. Su objetivo: Analizar, con ocasión del Año Sacerdotal, los rasgos fundamentales de todo sacerdote, encarnados en los sacerdotes indígenas, y proponer caminos para su adecuada formación desde el Seminario y después de la ordenación. JUZGAR Jesucristo, fuente y origen de nuestro sacerdocio, se encarnó en una cultura determinada; la asumió, la hizo experiencia personal, la vivió durante muchos años, la conoció a fondo, y sólo después la purificó, la complementó, la llevó a su desarrollo, como era el plan primero del Padre. Cuando algunos elementos culturales y rituales eran usados como medios para esclavizar y explotar al pueblo por parte de autoridades religiosas y políticas, Jesús los relativizó, diciendo que lo importante es el ser humano, y que éste tenga vida en plenitud, no tanto las prescripciones legales. Así procedió, con una gran libertad profética, ante las leyes referentes al sábado, a las purificaciones rituales y al lugar de la mujer. Esto le trajo persecución y muerte. La formación de los candidatos al sacerdocio tiene un único modelo: Jesucristo. El es el camino y no hay otro. Por tanto, encarnarse en la propia cultura, es requisito para ser persona, para ser cristiano, para ser sacerdote, para ser misionero incluso en otras culturas. Despreciar, desconocer o negar las propias raíces, es secar el corazón y hacerse estéril; es vivir en una dicotomía y en una esquizofrenia desquiciantes. Cuando alguien no asume con amor sus raíces culturales, sufrirá un doloroso vacío existencial que con nada podrá llenarse; ninguna compensación quitará los complejos de fondo. Esto es válido para todos los candidatos al sacerdocio de cualquier cultura: campesina, urbana o indígena. Sin embargo, tiene una urgencia particular en el caso de candidatos procedentes de las culturas originarias, porque muchas veces deben remar contra corriente. La cultura dominante no respeta los rasgos propios de estas culturas, sino que las avasalla, las destruye, intenta desconocerlas y eliminarlas. Si acaso, las considera atractivo folclor para turistas, o las tolera como algo que pronto pasará a la historia y al olvido. Sin embargo, para nosotros, en las culturas indígenas encontramos semillas del Verbo, presencias de Dios que no se pueden perder. La Iglesia debe luchar por que tengan vida en plenitud, por su encuentro con Cristo. ACTUAR Los seminaristas participantes en el Encuentro redactaron una carta dirigida a sus compañeros, a los formadores de todos los Seminarios y a los obispos, en la que hacen propuestas para seguir buscando caminos de una formación sacerdotal adecuada a las diferentes culturas, en particular a las de los pueblos originarios. Transcribo algunas: Crear conciencia en el seminarista de la importancia que tiene la cultura en la cual se desenvuelve, para que la entienda y la haga suya. Evitar discriminaciones que dañan la dignidad de toda persona humana. Promover la cultura de cada pueblo, mediante talleres en los que se explique el significado de cada rito que se realiza. Fomentar encuentros de seminaristas indígenas por provincias eclesiásticas, al menos una vez al año. Crear una pastoral indígena dentro del Seminario, para acercarse a las culturas de los distintos pueblos. Celebrar la Eucaristía al menos una vez al mes en la que se incluyan los diferentes signos y lenguas de la diócesis, con la presencia de un sacerdote indígena. Crear y difundir material de evangelización específico de cada zona, que contenga ritos, oraciones y el sentido religioso que representan. + Felipe Arizmendi Esquivel Obispo de San Cristóbal de Las Casas