La Virgen Zapopana: Modelo de misionera incansable.

La Virgen Zapopana: Modelo de misionera incansable. Entrevista al Padre Armando González Escoto. Historiador y Cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara. Con motivo de la tradicional “llevada” de la Virgen de Zapopan a su casa, que este año cumple 275 ininterrumpidos de tradición, el especialista diocesano en historia y gran devoto de la Zapopana, comenta el papel evangelizador que la “Chaparrita” tuvo desde su arribo a estas tierras jalisciences. “Es importante destacar, por el valor que se le da a las fechas y a los aniversarios, que es la llevada de la Virgen número 275 y, por lo tanto la línea de continuidad histórica hace a esta tradición la de más arraigo en México porque, aunque hay muchas tradiciones en México, muchas son fracturadas, o se han acabado, o han comenzado después, y a esta no le ha sucedido nada de eso. Son 275 continuos. “Es necesario también advertir que, a pesar de los cambios que la sociedad ha tenido a lo largo de estos años, la tradición se ha ido incorporando a las nuevas formas de la ciudad, de la sociedad y de la Iglesia. En todos estos años ya vivimos la Independencia, Reforma, Revolución y dos persecuciones y con todo se ha mantenido. “La permanencia de la tradición no es solamente la llevada de la Virgen, sino, sobretodo la visita a los templos que ha contribuido fuertemente a crear en Guadalajara un clima religioso al cual nadie puede ser ajeno aunque no sea creyente, porque se trata de una tradición pública y eso también es importante. La Evangelizadora “Hablando de la Evangelización, el mantener la presencia de la Iglesia en el mundo plural es una forma también de evangelización. Hablando ahora de una misión continental, podemos decir que esta práctica ha catequizado durante 275 años porque ha sido una constante. Hay que tener muy presente ese dato y habrá que aprender de los datos de la cultura Católica las formas de evangelizar que han estado presentes. “Desde luego la tradición en sí misma es muy valiosa, aunque no siempre la Iglesia como estructura la ha aprovechado o cuidado para sus fines pastorales. A veces se deja libremente, a lo espontáneo y eso es bueno, así nació y así se ha mantenido, pero debería de haber un cuidado más especial, dado que el perderla sería un gran problema, pues no se puede inventar otra de la noche a la mañana. “En el sentido de la Misión la imagen misma nos da muchas ideas, ya que fue parte del ‘equipo’ de un misionero, Fray Antonio de Segovia. Los misioneros que llegaron por el siglo XVI traían además su pedagogía propia, su didáctica. Ellos se apoyaban mucho en las imágenes, ya que sabemos que ‘una imagen dice más que mil palabras’, sobre todo por las limitaciones del lenguaje que tenían al encontrarse en una cultura indígena. De hecho, el tamaño mismo de la imagen de la Virgen denuncia su uso misional ya que, el misionero no traía un bulto de tamaño natural que no podía transportarse fácilmente. Se trataba de imágenes ‘portátiles’ de alguna manera que fueran fáciles de llevar y traer. Como sabemos que los misioneros no se cargan crucifijos de tamaño natural, así tampoco las imágenes con las que evangelizaban eran bultos enormes, sino pequeños, como la imagen de la Virgen de Zapopan, la cual se colgaban al cuello, por ser de pasta de Michoacán, que no pesan era muy sencillo cargarla”. Trascendencia de la Imagen “Yo he pensado en muchas ocasiones que Fray Antonio de Segovia nunca se imaginó el futuro que iba a tener la imagen que él traía pues su finalidad era formativa. La dona a los indios de Zapopan después de la guerra del Mixtón, pero tal vez nunca imaginó la trayectoria que, en el futuro, tendría la Imagen. A partir de que se queda en Zapopan, empieza a desarrollar otra forma de evangelización como es el atraer a la gente al Santuario sobre todo por la fama de milagros que finalmente también evangeliza. “Y muy pronto, a fines del siglo XVII la imagen volvió a ser ambulante, es decir, peregrina, porque empiezan a llevarla a muchos lugares, incluso llegó hasta Sonora y Coahuila, con la finalidad de pedir limosnas para construir el Santuario. Fue otra vez su labor de misionera. Es importante resaltar que este trabajo misionero fue realizado por laicos. Los que llevaban a la Virgen hasta Coahuila y Sonora no eran ni religiosos, ni sacerdotes diocesanos, sino seglares y además indígenas. Eran equipos que iban platicando por todo el camino la historia de la Virgen y eso era evangelización también, pues se iba conociendo a la Iglesia y generaba la devoción y el fervor. Entonces hay que pensar que esa evangelización a Monclova, Coahuila o Alamos, Sonora –en donde por cierto existen santuarios a la Virgen de Zapopan-, era un recorrido evangelizador fructífero ya que, con las limitaciones en transporte de aquél tiempo, el recorrido suponía meses de viaje. Misiones cada año en “tiempo de aguas” “Debemos entonces pensar que la Evangelización en el norte del Continente la hicieron laicos indígenas con la Virgen de Zapopan. Aquí en concreto, cuando se fija la tradición de la visita anual a Guadalajara en 1734, el llamado a la comunidad cristiana es a la vivencia de los valores de la fe y a la evangelización, se vuelve lo que podríamos llamar una estación misional anual, o una época misional anual. “Pudiéramos preguntarnos cuándo empiezan las misiones en Guadalajara y la respuesta sería, cada año, en el tiempo de aguas hay una misión en Guadalajara y quien la realiza es la imagen de la Virgen de Zapopan, que mueve a las personas, las congrega, les transforma la vida por el tiempo que está ahí; era más palpable en el pasado, donde la Imagen duraba hasta 10 días en una comunidad –porque eran pocas las parroquias que existían entonces- pero que se sigue haciendo hasta el día de hoy, dependiendo claro de la creatividad de los párrocos. “Y hablando de esto, lo mismo hay párrocos que aprovechan muy pastoralmente el acontecimiento, como otros que no le dan esa importancia misional, pero sigue siendo ésta la función de la visita, ser el inicio o cúlmen, de un periodo misional en la parroquia, cada año en el tiempo de aguas. Nosotros tendríamos que seguirnos preguntando acerca del impacto que sigue teniendo la Imagen, ya que, con el sólo hecho de pasar por las calles, a la sola vista de las personas, ya es un mensaje, no es un desfile cualquiera, sino una procesión cristiana que habla de los valores permanentes de la vida”. El Santuario centro de misión “Es importante señalar que, el mismo Santuario Mariano en Zapopan es un ejemplo de Evangelización y misión. La Imagen Zapopana estuvo en manos del clero diocesano desde 1600 hasta 1819, cuando el Obispo Cabañas se las encomendó a la Orden Franciscana, precisamente con la finalidad de que se ayudaran para sus misiones en el norte del país. Por tanto, el culto a la Virgen en la Basílica generó los bienes y los recursos necesarios para sostener la evangelización del norte de México. Por tanto, en esta próxima Romería, camino al Santuario de la Virgen de Zapopan, las disposiciones que se notan, o deberían ahondar en las personas, son la gratitud, y el segundo valor es afecto, la gente va simplemente porque quiere a la Virgen, porque le tiene devoción. Y todo eso debe fortalecerse para que sea verdaderamente evangelizador”. Por: Mónica Livier Alcalá Gómez Fuente: http://noticias.arquidiocesisgdl.org.mx