La solidez de los valores morales dignifica una sociedad

La solidez de los valores morales dignifica una sociedad Jueves, 05 de Noviembre de 2009 09:29 CIUDAD DEL VATICANO, 30 OCT 2009 (Sistema Informativo del Vaticano).-El Santo Padre recibió hoy las cartas credenciales del nuevo embajador de Panamá, Delia Cárdenas Christie. En su discurso, el Papa puso de relieve que "la identidad de Panamá, que se ha ido forjando durante siglos como un mosaico de etnias, pueblos y culturas, se presenta como un signo elocuente ante toda la familia humana de que es posible una convivencia pacífica entre personas de orígenes diversos, en un clima de comunión y cooperación". En este sentido, animó a todos los compatriotas "a trabajar por una mayor igualdad social, económica y cultural entre los distintos sectores de la sociedad, de manera que renunciando a los intereses egoístas, afianzando la solidaridad y conciliando voluntades se vaya desterrando, en palabras del Papa Pablo VI, "el escándalo de las disparidades hirientes". Benedicto XVI subrayó que "el mensaje del Evangelio ha jugado un papel esencial y constructivo en la configuración de la identidad panameña, formando parte del patrimonio espiritual y del acerbo cultural de esa Nación". "Especial relevancia tiene -dijo- la presencia de la Iglesia en el campo educativo y en la asistencia a los pobres, los enfermos, los encarcelados y los emigrantes, y en la defensa de aspectos tan primordiales como el compromiso por la justicia social, la lucha contra la corrupción, el trabajo en favor de la paz, la inviolabilidad del derecho a la vida humana desde el momento de su concepción hasta su muerte natural, así como la salvaguardia de la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer. Éstos son elementos irreemplazables para crear un sano tejido social y edificar una sociedad vigorosa, precisamente por la solidez de los valores morales que la sustentan, ennoblecen y dignifican". El Papa se refirió a continuación al compromiso de las autoridades panameñas "de fortalecer las instituciones democráticas y una vida pública fundamentada en robustos pilares éticos. A este respecto, no se han de escatimar esfuerzos para fomentar un sistema jurídico eficiente e independiente, y que se actúe en todos los ámbitos con honradez, transparencia en la gestión comunitaria y profesionalidad y diligencia en la resolución de los problemas que afectan a los ciudadanos. Esto favorecerá el desarrollo de una sociedad justa y fraterna, en la que ningún sector de la población se vea olvidado o abocado a la violencia y la marginación". "Es digno de mención -resaltó- el valioso papel que Panamá está desempeñando para la estabilidad política del área centroamericana, en unos momentos en los que la coyuntura actual pone de relieve cómo un progreso consistente y armónico de la comunidad humana no depende únicamente del desarrollo económico o los descubrimientos tecnológicos". El Santo Padre concluyó indicando que "estos aspectos han de ser necesariamente completados con aquellos otros de carácter ético y espiritual, pues una sociedad avanza sobre todo cuando en ella abundan personas con rectitud interior, conducta intachable y firme voluntad de esmerarse por el bien común, y que, además, inculcan a las nuevas generaciones un verdadero humanismo, sembrado en la familia y cultivado en la escuela, de modo que la pujanza de la Nación sea fruto del crecimiento integral de la persona y de todas las personas". El papa recibe a participantes del Año Internacional de Astronomía CIUDAD DEL VATICANO, 30 OCT 2009 (Sistema Informativo del Vaticano).-Benedicto XVI recibió esta mañana a los participantes en el coloquio patrocinado por la Specola Vaticana (Observatorio astronómico) con motivo del Año Internacional de la Astronomía, a quienes acompañaba el cardenal Giovanni Lajolo, presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano. El Papa recordó que el Año Internacional de la Astronomía coincide con el cuatrocientos aniversario de las primeras observaciones del cielo por parte de Galileo Galilei con el telescopio, y añadió: "Como sabéis la historia del Observatorio está muy ligada a la figura de Galileo, a las controversias que desató su investigación y al intento de la Iglesia de alcanzar una comprensión correcta y fructuosa de la relación entre ciencia y religión". "Aprovecho la ocasión -prosiguió- para manifestar mi gratitud, no solamente por los minuciosos estudios que han aclarado el contexto histórico preciso de la condena de Galileo, sino también por los esfuerzos de todos los que se dedican al diálogo y a la reflexión de la complementariedad de fe y razón al servicio de una comprensión integral del ser humano y de su lugar en el universo". "El Año Internacional de la Astronomía -observó el pontífice- se propone volver a capturar en todo el mundo la atención de las personas por las maravillas y la expectación que caracterizaron la gran época de los descubrimientos en el siglo XVI. (...) Nuestra época, ante la que quizá se abren descubrimientos todavía de mayor alcance, se beneficiaría de ese sentido de maravilla y del deseo de conseguir una verdadera síntesis humanista del conocimiento, como la que inspiró a los padres de la ciencia moderna". "Si queremos responder al reto de este Año -levantar la mirada al cielo para redescubrir nuestro lugar en el universo- ¿cómo no recordar la maravilla expresada por el Salmista hace tanto tiempo, que contemplando el firmamento estrellado decía al Señor: "Al ver tu cielo, hechura de tus dedos, la luna y las estrellas que fijaste Tú, qué es el hombre para que de él te acuerdes, el hijo de Adán para que de él te cuides?". "Espero -concluyó el Papa- que la maravilla y la exaltación que debería producir este Año Internacional de la Astronomía lleven de la contemplación de las maravillas de la creación a la contemplación del Creador y del Amor -que es el motivo fundamental de su creación-, que en las palabras de Dante Alighieri "mueve el cielo y las otras estrellas". Intenciones de Oración del papa para el mes de noviembre CIUDAD DEL VATICANO, 30 OCT 2009 (Sistema Informativo del Vaticano).-La intención general del Apostolado de la Oración del Papa para el mes de noviembre es: "Para que los hombres y mujeres del mundo, especialmente los responsables de la política y la economía, no cejen en su empeño de salvaguardar la Creación". Su intención misional es: "Para que los creyentes de las diversas religiones, con el testimonio de sus vidas y mediante el diálogo fraterno, ofrezcan una demostración clara de que el Nombre de Dios es portador de paz".