EL ALZA DE IMPUESTOS
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Escrito por Lic. Paola Ríos Luna Lunes, 09 de Noviembre de 2009 07:21
El alza de impuestos
Comunicado de Prensa de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca
El alza de los impuestos aprobada por el Congreso en los pasados días ha sido motivo de reacciones y de diversos comentarios que, como era de esperarse, son casi todos de rechazo; pues los impuestos se resienten generalmente en la disminución de los ingresos para el sostenimiento familiar, sobre todo por el alza de productos que son básicos.
Nadie puede dejar de reconocer que todo país necesita ingresos para atender las múltiples necesidades sociales. La salud, la educación, las vías de comunicación, son bienes públicos que deben ser sostenidos con los recursos aportados por los ciudadanos, a fin de que la calidad de vida vaya respondiendo a lo que pide la dignidad de la persona humana, y la sana convivencia social. Todo eso exige estructuras, equipos de trabajo, programas que necesitan presupuestos para su funcionamiento. La necesidad de ingresos es clara. De por si las cantidades que se destinan a estos campos son impresionantes, no así los resultados.
En buena parte de la población, el rechazo al alza de impuestos tiene como fundamento la preocupación por el impacto que puede causar en las condiciones de vida de quienes sobreviven con unos cuantos pesos diarios y de quienes están sin trabajo. Vemos también que existen otros rechazos de tipo político, lamentablemente muchos de estos están más en la lógica de hacerse publicidad que en la propuesta de alternativas frente a la grave crisis económica que estamos padeciendo.
Los intereses partidistas, por su parte, han impedido una verdadera reforma fiscal que haga más justa la carga impositiva. Todos somos responsables del desarrollo del País. Pero hay una mayor responsabilidad de parte de aquellos que mayores beneficios han recibido. Todos pagamos impuestos de manera directa o indirecta, pero son muchos también los que obtienen buenas ganancias y aún así buscan evadir la responsabilidad tributaria. ¿Qué pasó con el impuesto al tabaco?
A la falta de solidaridad y corresponsabilidad para el buen funcionamiento de los servicios y el mantenimiento de los bienes que nos son comunes, se suma una gran desconfianza por el uso de los recursos que se le confían a la Administración pública. Mientras la transparencia sólo sea una promesa y no una realidad; mientras los recursos se utilicen con fines partidistas; mientras la corrupción siga incrementando las riquezas particulares con el dinero común; mientras existan despilfarros públicos y austeridades privadas, los ciudadanos seguirán alimentando la desconfianza sobre el uso del dinero que aportan con sus contribuciones.
Urge pues que los ingresos fiscales y el gasto público sean correctamente administrados, de manera justa, solidaria, clara, transparente y eficaz, en el apoyo a los sistemas de previsión y protección social de los más débiles; en la promoción de fuentes de trabajo; en el desarrollo de la comunidad que da impuestos, o que recibe el aporte solidario de su propio país, a fin de que todos caminemos hacia una sociedad más justa.
Con nuestra saludo y bendición para todos.
+ José Luis Chávez Botello + Oscar A. Campos Contreras
Arzobispo de Antequera-Oaxaca Obispo Auxiliar de Antequera-Oaxaca
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