Hacia una Crítica del Post-Modernismo: Pretexto para una Vida Sacerdotal Secularizada

HACIA UNA CRÍTICA DEL POST–MODERNISMO: PRETEXTO PARA UNA VIDA SACERDOTAL SECULARIZADA Reunión de Formación Permanente de Sacerdotes Jóvenes. Con la presencia de los Señores Obispos Don Luis Felipe Gallardo Martín del Campo y Don Sergio Obeso Rivera, se llevó a cabo la reunión de formación permanente de Sacerdotes jóvenes donde se estudió el post-modernismo, como una corriente que se infiltra en el ministerio sacerdotal. Las conferencias fueron dadas por el Excmo. Sr. Obispo don Sergio Obeso Rivera, Arzobispo de Xalapa, el Pbro. Lic. Eduardo Contreras Ramos y el Pbro. Lic. Jesús Hernández, que analizando la época actual, nos encontramos con ciertas características que pueden afectar al ejercicio del ministerio sacerdotal. Aquí ponemos uno de los artículos de este estudio, del Pbro. Lic. Eduardo Contreras Ramos. HACIA UNA CRÍTICA DEL POST – MODERNISMO:PRETEXTO PARA UNA VIDA SACERDOTAL SECULARIZADA ¿Qué es? ¿Cómo se define? ¿Cómo influye en el ministerio sacerdotal y en los presbiterios? Por postmodernismo habría que entender aquello que tiene que ver con la modernidad. Es un concepto, muy difícil de definir. Un punto de partida para definirlo sería el prefijo post; es decir, es un movimiento cultural que sucede al modernismo o la modernidad, no solo desde el punto de vista cronológico; es una especie de sublimación contra la modernidad en el sentido que la modernidad no cumplió con las promesas que la identificaban como tal. Para hablar del post-modernismo habría que establecer un referente, que en este caso es la modernidad. La característica de la modernidad tiene que ver con la exaltación de la razón, o también tiene que ver con la exaltación del antropocentrismo; de modo que si establecemos este referente, el post-modernismo tendrá que ver con aquello que vas mas allá de la razón o bien, identificado con aquello de post-critica, post-razón, post-humanismo; y el post-modernismo tendría cierta características como: el va y ven de la vida del ser humano, la carencia o falta de fundamento racional. Tendría que ver con un relativismo en el vivir cotidiano; es decir, un relativismo moral, conceptual. Todo lo que tenga que ver con ausencia de fundamento que sería un pensamiento fuerte. Su característica es lo que ha dicho Gianni Vattimo: La filosofía es pensamiento débil. También, el post-modernismo es una actitud; una cultura marcada muy fuerte por el escepticismo, por la desconfianza, actitudes que por otra parte también fueron características de la modernidad, en el sentido de que la modernidad se reveló contra un orden de cosas que venían con una trayectoria cronológica mucho muy amplia. Entonces en cierta manera estas dos actitudes: escepticismo de desconfianza frente al sistema dominante lo hereda también de la modernidad; solo que el post-modernismo o post-modernidad lo aplica a la modernidad. ¿Cómo influye en el ministerio sacerdotal y en nuestros presbiterios? Primeramente es obvio que influya tanto en el sacerdote; porque el sacerdote es hijo de su tiempo y entonces los valores que flotan en el ambiente rebotan en el imaginario, en la conciencia del sacerdote y va configurando su ser, no digo su identidad, porque la identidad sacerdotal se construye a partir de otros elementos, pero sí construye su psicología o influye al menos en su conciencia. Podemos pensar que el post-modernismo considerado así, tiene que ver con la vida sacerdotal ligth diríamos, donde no hay un referente a la vida de oración como fundamento de vida cristiana. La vida sacerdotal en su ejercicio se centra más en la cuestión de lo momentáneo; hay una carencia de un proyecto, carencia de una vida organizada, carencia de una vida disciplinar; incluso en el mismo trato con la gente: se saca provecho al máximo de la gente, de la instrumentalización. Serían todas estas cosas como las características de un ministerio sacerdotal determinado por el post-modernismo