Una esperanza en estos momentos difíciles para la persona humana, en la Capital Mexicana

Después de la comida, reviso mis correos y las noticias mas importantes, los buscadores en estos tiempos logran resumir en unos segundos, la tendencia de una eficiente y activa prensa multicanal. Mis hijos se encuentan haciendo tarea y preocupados con las sumas de llevar y los colores a utilizar en sus trabajos. Es curioso, a mi mente llegan dos imágenes, que hacen metáfora el momento en que escribo estas líneas, acaba de ser aprobada la ley abortista en el Distrito Federal, y haciendo la búsqueda de hechos relacionados veo con preocupación las alertas mas graves; eutanasia, aborto, legalización de las drogas. Las dos imágenes me llevan a la segunda guerra mundial, en un caso con la película la vida es bella, donde el padre observa y enfrenta la cultura de la muerte en grado de violencia máximo, mientras intenta, por todos los medios, salvaguardar el alma de su pequeño no sólo en el ámbito básico de la vida sino además en el ámbito de su felicidad e inocencia. ¿Por que siento tanta empatía con lo que ocurre en momentos actuales? La otra imagen que emana es referente a la primera parte de la película Karol, biografía de Juan Pablo II, en ella, veo el momento de mayor tensión, cuando a punto de la desesperanza, Karol es jalado por un buen hombre, que le instruye sobre San Juan de la Cruz, y le recuerda que sólo el amor podrá acabar con toda ese holocausto. ¿Que pensaba Karol? ¡que dificil habrá sido pensar en esos momentos, qué tan sólo el amor podría revertir esta situación! Y sin embargo, Dios nos ha demostrado que esa esperanza fue genuina y el régimen sanguinario cayó en sólo unos años. Pero somos seres humanos, y el tiempo nos hace olvidar, las lecciones que de buena fe nuestros padres nos han dado, recuerdo así mismo el comentario de un Argentino en el transporte público, sobre la situación de su madre, que habiendo vivido en carne propia varios conflictos armados, ha acostumbrado almacenar comida en casa, para tratar de olvidar el hambre de aquellos años. Ojalá el amor y la felicidad pudiesen ser mas concretos para no pasar por obvios en nuestras vidas y fueran recordados con mayor fuerza. Sigue existiendo esperanza en el mundo, y así como el benemérito de las américas exigió a su yerno boda católica pues su hija no era una cualquiera, del mismo modo el principal instigador de la ley actual del aborto, menos MALO y mas AMLO, ha decidido que su hijo naciera no en una clínica abortista o de salud pública de las que seguramente inauguró, sino en conocido hospital de religiosas católicas. Haciendo una vez mas evidente el verdadero problema que vive nuestra ciudad; la incoherencia entre la vida política y la vida familiar de la persona. ¿Como puede el ser humano partirse en fases?, ¿Cómo logra la utópica separación entre el padre de familia y el radical dirigente totalitario?, es un hecho que se logra, pero con un costo enorme a la dignidad de la persona humana. Pero la reflexión va mas allá, hasta este punto, puedo calcular un fortísimo impulso de juicio al legislador que vive esta verdadera "doble moral". Sin embargo, la misma pregunta se plantea al interior de nuestro ser; ¿Cómo logro la utópica separación entre el padre de familia y el empleado leal a los fines de la empresa?, pregunta obvia en un principio, pero difícil para quien ha enfrentado los dilemas éticos que muchos jefes atados por intereses nos plantean a costa de la estabilidad laboral. Dilemas que muchas veces nos llevan a atentar contra la felicidad de nuestros propios hijos a costa de ser incluidos en un ambiente de "competencia", "productividad", "lealtad" y "compañerismo" a costa del tiempo personal que es legítimamente de la familia y los hijos. Pero profundizando un poco mas en el problema, necesariamente debo plantear la situación actual escolar con mis hijos; el diferencial de ambientes en la escuela y el hogar, genera también una serie de problemas y complicaciones en el nacimiento mismo de la vivencia de valores. ¿Cómo reforzar en los hijos dentro de las inteligencias múltiples, la inteligencia espiritual?,si esta inteligencia se basa en la comunicación cotidiana con Dios, ¿cómo afirmarla socialmente como cualquier otra inteligencia si la ley restringe esta reafirmación?. Suena fuerte el planteamiento y quizá la forma mas ligera de contestar, sea exponiendo alguna herida de la infancia, como puede ser que "fui marista y el diablo andaba entre ellos", "te puedo asegurar que todos son seres humanos igual de pecadores", "todos ellos son pederastas en potencia, como dicen las noticias", etc. Sin embargo, la reflexión continua al revisar algunos hechos que aislados pasan desapercibidos, pero no así cuando se comienzan a relacionar. "La miss nos dejaba rezar antes de los alimentos, pero la regañaron y ya no lo hace", "mamá, me mentiste, los fantasmas SI EXISTEN, ayer la miss nos dijo que ella jugó a la güija y si es verdad", "mama en la escuela me dijeron que soy libre, ¿por que me impusiste una religión?". Estas expresiones pueden ser bellas para el activista radical, pero dejan gran preocupación en los padres de familia. Claro, la solución es sencilla, cambia a tu hijo a una escuela católica, pero ¿es la inteligencia espiritual entonces exclusiva para alrededor del 1% de la población mexicana?. Esto sólo pasa en México, ni los franceses lograron como nosotros, una disociación tan grave entre los valores de la gente y los valores "oficiales" del gobierno. Es un efecto progresivo, pero que sólo golpes fuertes como la aplicación de la ley, la pérdida del trabajo, o algún fenómeno natural logran hacernos despertar. Una sociedad donde a falta de voces que defiendan la vida, es un temblor el que modera a los extranjeros radicales, o a falta de manifestantes por la vida, una gran inundación y una extraña lluvia actúa descarando a los falsos profetas. Y que tolera la existencia de ciudadanos de segunda, como son los concebidos hasta las 12 primeras semanas y los sacerdotes y religiosos obligados al silencio y a tolerar el secuestro de la verdad a manos de las minorías radicales, cuyas voces contravienen no a una mayoría demócratica sino a la naturaleza misma del ser humano, de la familia y de la vida. Pero, como sugiero en la metáfora, ante estos ataques a la persona humana, la esperanza siempre en el amor de Dios. El cultivo cuidadoso de la alegría y la felicidad en los hijos. Para los políticos, realismo y coherencia en la vivencia de valores, empezando por nosotros, pues no será con discursos sino con ejemplos como esto va a cambiar. Vivat Jesus!