MISIONES Y MISIONEROS

Misiones y misioneros “El Espíritu del Señor está sobre mí. Él me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos y a los ciegos que pronto van a ver, para poner en libertad a los oprimidos” (Lc 4, 18-19). ¿Nuestro objetivo? Acompañar al misionero en su opción fundamental de cada día y, gracias a él, abrirnos al mundo entero. Una de las mayores riquezas que una persona puede poseer es la apertura y el contacto con distintas culturas con la historia que abrazan y construyen día a día y nosotros queremos hacer parte. Juan Pablo II, en su encíclica Centesimus Annus afirmaba: “La experiencia de novedad vivida en el seguimiento de Cristo exige que sea comunicada a los demás hombres en la realidad concreta de sus dificultades y luchas, problemas y desafíos, para que sean iluminadas y hechas más humanas por la luz de la fe. Ésta, en efecto, no sólo ayuda a encontrar soluciones, sino que hace humanamente soportables incluso las situaciones de sufrimiento, para que el hombre no se pierda en ellas y no olvide su dignidad y vocación”. (Centesimus Annus VI, 59)